SAN SEBASTIÁN - Una rola picó mal y le rozó la cabecita a Alanys. La niña de 5 años se secó los lagrimones pasándose la diestra desde el antebrazo hasta la mano, y dos minutos después del accidente, con la misma mano agarró el tubo para batear la misma bola que le pudo haber metido miedo.
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San Sebastián: tierra fértil para peloteras juveniles
Las hermanas Alanys y Mirelys llevan el béisbol en la sangre y casualmente forman parte de una buena cepa de niñas que están creciendo en este deporte en San Sebastián
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 9 años.