Estamos acostumbrados a acercarnos al mundo tomando en cuenta nuestras necesidades. Damos por sentada nuestra capacidad de ver, caminar, oler y sentir. Comúnmente, no es hasta que tenemos contacto cercano con alguien diferente que entendemos las dificultades que enfrentan otros para hacer lo que nos resulta común. Llegar a un restaurante, pedir un menú y leerlo antes de ordenar es una de esas cosas.
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Nota de archivo
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