Una de las primeras preguntas que le hago a las personas cuando comienzo a entrenar su perro es: “¿Lo van a castrar?” Para pocas personas la respuesta es muy clara y obvia y contestan con un sí rotundo. Pero para la mayoría de las personas, la pregunta crea una reacción de espanto y horror. Si es una hembra no les importa mucho. Pero si es macho, en la mayoría de los casos contestan: “¡Ay no!, bendito. Yo quiero que tenga la experiencia por lo menos una vez. ¿Por qué hay que castrarlo?” Todo esto con una cara de horror como si estuviera atentando contra la vida del perro. En muchos de los casos, luego de escuchar mi explicación la persona queda totalmente convencida y de inmediato hacen la cita con el veterinario de la mascota para castrarlo. Los que no, usualmente me llaman dos años más tarde para ver qué se puede hacer con su perro que marca territorio por toda la casa.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
La castración en perros machos
Conoce las ventajas de este procedimiento
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 9 años.