¿Ha notado que, de un momento a otro, su pequeño guiña un ojo, hace chasquidos, se toca una oreja, se rasca la nariz, hace muecas, mueve su cabeza ligeramente, produce ruidos o repite una palabra sin razón aparente? Puede que su hijo haya desarrollado un tic nervioso, es decir, un movimiento o sonido involuntario, imprevisible, rápido y repetitivo, que suele ser transitorio e inofensivo, pero que también puede generar dificultades académicas y sociales si no se maneja adecuadamente y no se acompaña en el proceso.
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Cómo manejar los tics nerviosos en los niños
Si bien suelen ser transitorios, pueden generar dificultades académicas y sociales si no se manejan
Nota de archivo
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