Cada año, nacen en Puerto Rico decenas, quizás centenas, de bebés cuyo sexo no se puede definir solo con una mirada a sus genitales. En esa situación, un médico tiene entre una y dos semanas para establecer el género de esta persona, el mismo que aparecerá en sus identificaciones, el que estará atado a su seguro social y el que cargará por el resto de su vida.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Dilema de asignar un sexo a un bebé intersexual
¿Qué pasa cuando ese pequeño crece y se identifica con un sexo que no ha sido el escogido para él o para ella?
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 9 años.