En otra época del periodismo, dice la historia, un tipógrafo se equivocó en la noticia que componía a plomo y cuando fue regañado por el director le echó la culpa a un duendecillo que se entretenía haciendo travesuras en el taller. En estos días en que se han sustituido el plomo y las cajas de tipos, es susceptible de aparecer otra clase de duendecillo, esta vez en la sala de redacción.
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El duendecillo de la redacción
En otra época del periodismo, dice la historia, un tipógrafo se equivocó en la noticia que componía a plomo y cuando fue regañado por el director le echó la culpa a un duendecillo que se entretenía haciendo travesuras en el taller.