Russell Westbrook, vestido con simpleza, sin gabán sobre su camisa blanca y corbata azul, no pudo contener lágrimas cuando agradeció a su esposa Nina tanto apoyo y amor, sin olvidar a sus padres y compañeros en OKC, que según él le tendieron el puente para que ganara el trofeo de MVP, dejando al barbudo James Harden en la segunda opción de los 100 periodistas independientes con derecho a voto.