No debería sorprendernos el que haya gente celebrando la llegada de una Junta de Control Fiscal. En este caso deciden creer en la promesa de que vienen a poner en cintura a nuestros gobernantes y a crear un panorama fiscal favorable que se distanciará del derroche al que hemos estado acostumbrados. Bien sabemos que las medidas de austeridad propuestas no harán ni la una ni la otra, y que, una vez cumplido el cobro, se irán y quedaremos con la misma calaña de políticos y con un país aún más maltrecho.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Fallamos
El escritor Angel Antonio Ruiz Laboy planea que la falta de fiscalización ciudadana de las acciones gubernamentales allanó el camino para la Junta.