La propuesta de fumigar la Isla de Puerto Rico para erradicar el vector del zika es la peor estrategia establecida en mucho tiempo. ¿Por qué? No es que los puertorriqueños no deseemos acabar con el mosquito Aedes aegypti, vector del virus del dengue, chikungunya y ahora el zika. Después de todo, hemos vivido toda nuestra vida combatiéndolo con insecticidas caseros. Tampoco es que no respetemos a los expertos en epidemiología de una agencia como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en asuntos de manejo de epidemias a nivel mundial.
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Fumigación aérea: experimento con serias implicaciones