El recién juramentado gobernador de Puerto Rico, Rosselló II, ha manifestado que no quiere vivir en la Fortaleza, morada tradicional de los gobernantes puertorriqueños. El gobernador no ha sido ni siquiera original en su gesta pues el pomposo de Trump, ha desdeñado a Casa Blanca en favor de su apartamento en New York o de su mansión en Miami. Rosselló, por su parte ha expresado que prefiere vivir en una casa más moderna, más a tono con el siglo XXI, su juventud, y la de su familia, que en la tradicional vivienda del Siglo XVI. Esta petición crea una situación novedosa, pues usualmente el gobernador de turno vive en lo que desde el 1640 se convirtió en el Palacio de Santa Catalina, o la morada de los gobernantes, situada en la ciudad capital, San Juan. Además de que es un lugar que en el 1983 la UNESCO declaró como “World Heritage Center” por ser la mansión en uso más antigua del nuevo mundo. (Valga aclarar que Casa Blanca en Washington DC, no se empezó a construir hasta el 1792.)
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