Esta tarde, a las cinco, la Plaza Pública de Canóvanas se transforma en anfiteatro, por obra del club cívico cultural La Ceiba, que preside Eva Luz Rivera, y con su hermano Jaimito Rivera, exbaloncestista de puntería descomunal en el BSN, como organizador del homenaje a Rickín Sánchez, uno de sus hijos predilectos que hizo del deporte su altar, del boxeo su presbiterio, de la lucha libre profesional su tabernáculo y de la TV su retablo, ya que fue desde narrador y animador a productor, y también dueño del Canal 52, que popularizó el VídeoMax cuando comenzó la era digital.