Ñ, de “ñangotado”. Esta palabra es muy nuestra. La RAE la contempla y con debido rigor, le traza su origen a Puerto Rico (en el caso de “ñangotarse”, a Puerto Rico y República Dominicana). El ñangotado es el que se pone de cuclillas frente a los problemas, aquél que frente a la adversidad del entorno permanece servil, indeciso y sin voluntad. Los ñangotados son los que dejan las cosas pasar, así sea que ello implique que se les pase el rolo, que los exploten, que les falten el respeto.
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Ñ
El teórico político Manuel S. Almeida señala que es importante a este respecto rescatar una de las salidas del ñangotamiento a las que se apunta en los Libros para el Pueblo: que el pueblo se politice...