Puerto Rico necesita atemperar su legislación laboral a las realidades del siglo 21. Creo profundamente que, para encarrilar el país hacia la ruta de la recuperación, las oportunidades y el desarrollo, necesitamos modificar, no solo nuestras leyes sino, nuestra actitud de cara a un mundo globalizado que no espera por nada ni por nadie. El proyecto presentado por la recién inaugurada administración luce como un paquete de incentivos económicos para crear empleos con el único fin de impulsar desarrollo económico, sin el mismo saber sido atemperado a los tiempos.
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