El contundente resultado del referéndum griego (61,31% a 38,69%), celebrado el domingo 5 de julio, ha abierto un nuevo capítulo, no solamente en el devenir de la nación helena, sino en la propia esencia de la Unión Europea (UE). El futuro del euro, paradójicamente, puede convertirse en un tema secundario. Desde ahora habrá que pasar página a algunos capítulos de la historia europea que se han estado considerando como parte inconmovible del guión.
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¿Se trata del fin de la tragedia griega?