Es harto sabido su título de mejor corredor de la historia con ocho medallas de oro olímpicas y 11 de igual color en Mundiales, pero su despedida de la pista el sábado por la tarde no pudo ser imaginada por él mismo: un tirón en su hueso isquiotibial izquierdo le obligó a caer cuando restaba poco para finalizar el relevo 4 x 100 en un momento en que iba tercero y se embalaba en búsqueda de los rivales de Gran Bretaña y Estados Unidos, que acabaron en ese orden, mientras Francia se apoderaba inesperadamente del tercer puesto.