El terror sembrado en el aeropuerto de Fort Lauderdale, en Miami, por un exmilitar de padres puertorriqueños, con el resultado de cinco personas muertas y varias heridas, sugiere la consecuencia de los problemas mentales con que regresan los soldados de sus campos de acción y que merece una atención más rigurosa por parte de las autoridades.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Necesario seguimiento a los veteranos de guerra
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 7 años.