En una economía que no crece y un gobierno en aprieto fiscal, la labor social que realizan las instituciones sin fines de lucro ha pasado de importante a imprescindible, lo que demanda extrema prudencia ejecutiva y legislativa en su trato presupuestario a un sector que sirve a 700,000 personas en el País, a un costo siete veces menor que el gobierno.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Trato presupuestario justo al área social
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 9 años.