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Formulación de preguntas en la sala de clases

Esta es parte integral del desarrollo del pensamiento reflexivo y metacognitivo.

6 de marzo de 2015 - 12:05 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 9 años.
En la sala de clases hay estudiantes de diversos niveles y no debemos de hacer sentir mal a un estudiante por no contestar y al menos tratar.  (Shutterstock.com)
En la sala de clases hay estudiantes de diversos niveles y no debemos de hacer sentir mal a un estudiante por no contestar y al menos tratar. (Shutterstock.com)

La técnica de la pregunta posee un lugar importante en el proceso de enseñanza-aprendizaje en los estudiantes. Esta es parte integral del desarrollo del pensamiento reflexivo y metacognitivo; ese pensamiento que nos dirige a llegar a unas conclusiones, a desarrollar inferencias, a reflexionar y a tomar unas decisiones importantes en nuestras vidas. Por ejemplo, cuando hacemos compra, en el trabajo, en nuestras relaciones de pareja, cuando adoptamos una mascota, cuando vamos a comprar un automóvil, una residencia, formulamos preguntas para aliviar nuestras preocupaciones. Además, es imprescindible mencionar que, dentro de ese proceso, está inquirir (indagar, investigar), que es la piedra angular de la formulación de preguntas. La Dra. Karron G. Lewis, del Centro de Aprendizaje Efectivo de la Universidad de Texas en Austin, puntualiza que la formulación de preguntas juega un papel importante en el proceso de aprendizaje en los estudiantes y las mismas deben cumplir con unos requisitos. Estos son: tener un propósito, ser claras y breves, que estimulen o provoquen el análisis y respuesta, y que se adapten al nivel de la clase. Es decir, que las preguntas son efectivas si se planifican, tienen una secuencia lógica, no son repetidas, se preguntan en un tono de conversación y se balancean entre sencillas y de un nivel más elevado, para que exista participación de los estudiantes. Además, las preguntas deben de ser “proactivas” y se deben de evitar preguntas cuyas contestaciones sean sí o no; de ocurrir, el maestro debe de añadir “explique”. Por ejemplo, preguntas basadas en hechos memorizados, como: ¿Quién es el gobernador de Puerto Rico? o ¿Quién descubrió a Puerto Rico?, no ayudan al estudiante a adquirir un conocimiento profundo de la materia. Es necesario que el maestro utilice preguntas con unos niveles cognoscitivos para que el estudiante utilice su conocimiento para analizar, razonar y resolver problemas o situaciones. Claro, balanceando que en la sala de clases tenemos estudiantes de diversos niveles y no debemos de hacer sentir mal a un estudiante por no contestar y al menos tratar. Recuerden ese sentido de logro que siempre destaco en mis artículos.

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