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La incitación de los padres, familiares y amigos en las peleas de los niños y adolescentes

Cada día estos actos son más frecuentes.

28 de agosto de 2015 - 12:10 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 9 años.
Al incitar a niños y jóvenes a pelear, se está estimulando la violencia, el sentido de control y poder. (Foto: Shutterstock.com)
Al incitar a niños y jóvenes a pelear, se está estimulando la violencia, el sentido de control y poder. (Foto: Shutterstock.com)

A través de los medios de comunicación, hemos observado cómo algunos padres, familiares y amigos incitan a los niños y adolescentes para que peleen con sus compañeros de clases o pares. Para aclarar algunos conceptos, la Real Academia Española (RAE) define incitar como “mover o estimular a alguien para que ejecute algo”. También, la RAE define la palabra instigar como “incitar, provocar o inducir a alguien a que haga algo”. Para efectos de este artículo se utilizarán ambos términos de forma simultánea. No hay duda de que se está estimulando la violencia, el sentido de control y poder. En Puerto Rico, hemos observado cómo la violencia ha escalado en varios contextos. Por ejemplo, en la violencia de género, en el abuso tanto emocional como físico de parte de los padres a sus hijos, el maltrato de forma despiadada a los animales sin ningún tipo de remordimiento. ¿Qué está pasando en Puerto Rico? Cada cuatro años, el candidato que va a competir para la gobernación presenta en su plataforma política un  plan que incluye seguridad, educación, salud y otras áreas. Nos presentan la “isla de la fantasía” de lo que van a realizar y al final muchas de las intenciones buenas no se cumplen por diversas razones que no voy a discutir en este artículo. El pueblo no puede depender de un gobernador ni de sus asesores o del superintendente de la policía para que no ocurran estos actos de violencia que son publicados dentro y fuera de Puerto Rico. El Gobernador, junto a varias agencias gubernamentales, intentan solucionar algo que posee unas raíces profundas. No existe un librito ni una varita mágica para disminuir esa hostilidad y frustración que se observan en las familias, las escuelas, en los trabajos, la política y otros. En Puerto Rico hay excelentes sociólogos, psicólogos, psiquiatras, antropólogos que de alguna forma tratan de investigar las causas y la intervención de estos actos. Las investigaciones, al final del camino destacan que la institución de la familia es la base fundamental el cual el niño adquiere unas experiencias que luego lo van a dirigir a seleccionar un camino positivo o negativo. 

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