La ciudad más importante de Nueva Zelanda combina su vida moderna con una excepcional “declaración de guerra” a la contaminación
La ciudad más importante de Nueva Zelanda combina su vida moderna con una excepcional “declaración de guerra” a la contaminación
Entrar a Nueva Zelanda requiere exhaustivos controles. No porque busquen terroristas o posibles inmigrantes ilegales, sino porque le declararon la guerra a la contaminación, y son políticas de Estado la bioseguridad y la ecología. Es obligatorio declarar si se entra con comida, así sea un caramelo o unas galletas. Las multas por omitir información pueden ser de hasta 265 dólares.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: