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Centro Médico Episcopal San Lucas
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Cuando la preocupación degenera en ansiedad, el Centro Médico Episcopal San Lucas está para ayudarte

Su Centro de Salud Conductual tiene servicios de hospitalización y médicos las 24 horas

25 de mayo de 2021 - 5:12 PM

Dra. Enid López, psicóloga clínica y directora operacional del Centro de Salud Conductual del Centro Médico Episcopal San Lucas (BrandStudio)

Todos nos hemos enfrentado a eventos inesperados que nos colocan en el umbral de la pregunta: “¿Y ahora qué pasará con mi vida?”.

Perder un empleo repentinamente. Recibir el diagnóstico de una enfermedad. Sufrir experiencias traumáticas –como ser víctima de un delito, presenciar la muerte de un ser querido o sobrevivir un desastre natural–.

Aunque de ordinario se superan, cuando el estrés que generan estas situaciones persiste por un tiempo y termina por alterar nuestro funcionamiento diario, podríamos estar ante un cuadro de ansiedad.

“Hay que diferenciar la ansiedad de lo que es el estrés normal, que es una manera de sentirse presionado ante las demandas del día a día. La ansiedad implica una interferencia en cómo respondemos a situaciones que antes manejamos, pero que ya no podemos hacerlo”, explicó la psicóloga clínica Enid López, directora operacional del Centro de Salud Conductual del Centro Médico Episcopal San Lucas.

Alerta a los síntomas

“Ansiedad” es un término sombrilla, pues esta se manifiesta en varios trastornos –como el obsesivo compulsivo, el de estrés postraumático y las fobias–. Aunque cada uno de estos tiene sus propias características, comparten el denominador común de una preocupación excesiva.

López indicó que el impacto de esta preocupación en el paciente debe ser evidente, al nivel de que se afecten las relaciones familiares, sociales o laborales y de que la persona evite participar en actividades –pues ya no las disfruta, toda vez que le disparan los niveles de estrés y, consiguientemente, de ansiedad–.

La preocupación excesiva, agregó, viene acompañada de emociones y síntomas: miedo, pánico, nerviosismo, agitación, tensión, aceleración del ritmo cardíaco, sudoración, hiperventilación, temblor, problemas para concentrarse o para conciliar el sueño y malestar físico o psíquico –incluyendo dificultad para controlar pensamientos–.

“Las personas suelen tener pensamientos estacionarios: se quedan pensando en lo que pasará, cuando eso no necesariamente ocurrirá. Ese adelantarse a sucesos es lo que provoca una reacción anticipada del cuerpo que se manifiesta en los síntomas”, expuso. Cuando estos permanecen por seis meses o más, es momento de recabar ayuda profesional, dijo López.

Si usted o alguien que conoce la necesita, puede comunicarse con el Centro de Salud Conductual del Centro Médico Episcopal San Lucas al 787-625-1430, que cuenta con médicos las 24 horas del día, 30 camas para hospitalizaciones agudas y una sala estabilizadora.

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