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Pierluisi ofrece un gobierno de acción

El ex comisionado residente en Washington presenta sus propuestas para el desarrollo multisectorial de Puerto Rico

7 de agosto de 2020 - 9:44 PM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 4 años.
Pedro Pierluisi (Xavier Araújo Berríos)

La semilla de la vocación de servicio público se plantó en el ahora precandidato a la gobernación Pedro Pierluisi en su temprana adultez, cuando su padre, el ingeniero Jorge Pierluisi Díaz, era secretario de la Vivienda.

“Eso impactó mi vida porque desde ese momento me dije a mí mismo que algún día me gustaría estar en el servicio público a nivel similar”, relató Pierluisi en referencia al cargo que su padre ejerció desde 1977 hasta 1984, año en que el joven Pierluisi se graduó de Derecho en la Universidad George Washington, en la capital federal.

En ese momento, Pierluisi era ayudante del entonces comisionado residente Baltasar Corrada del Río, una experiencia que acrecentó sus deseos de servir desde un puesto público. “Más adelante, cuando tuve la oportunidad de ser secretario de Justicia de Puerto Rico y participar de un sinnúmero de reuniones del gabinete del entonces gobernador Pedro Rosselló, tengo que admitir que me pasó por la mente que algún día me gustaría gobernar a Puerto Rico. Y el resto es historia”, recordó.

Su trayectoria política contiene tanto éxitos como fracasos. Como comisionado residente en Washington, cargo en el que sirvió de 2009 a 2016, Pierluisi obtuvo más votos que cualquier otro candidato político en los comicios de 2012. Sin embargo, perdió la contienda primarista del Partido Nuevo Progresista frente a Ricardo Rosselló en 2016, en el primer intento del primero de lograr la gobernación.

La publicación de la transcripción de conversaciones entre el entonces gobernador Rosselló y varios de sus allegados desató un fuerte rechazo del pueblo que lo obligó a renunciar en 2019. Pierluisi asumió la gobernación por menos de una semana antes de que la entonces secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, juramentara al cargo a la luz del orden constitucional. Sobre esos eventos, Pierluisi afirmó que “todavía no he sido gobernador; no voy a contar los cinco días que estuve en La Fortaleza el año pasado”.

Para Pierluisi, ocupar la silla de la gobernación implica retos que incluyen un descalabro económico de más de una década, así como la imposición de una Junta de Supervisión Fiscal por parte del gobierno federal. A esto se suman los efectos todavía visibles del paso de los huracanes Irma y María, en 2017, los terremotos de este año y el embate de la pandemia del COVID-19.

Además, el clamor del “Verano del 19” se siente en la contienda primarista, con un nivel de desconfianza hacia los políticos locales pocas veces visto. “Reconozco que hay un disgusto o desilusión con la clase política en general en nuestro pueblo”, indicó Pierluisi. “Hay grandes tensiones sociales en el Puerto Rico de hoy, y en la gran mayoría de los asuntos hay fuerzas e intereses encontrados”.

Con esto en mente, el líder político detalló los pasos que tomaría como gobernador para recobrar esa confianza, empezando por la formación de su gabinete.

“Los criterios que voy a utilizar cuando escoja el gabinete van a ser los siguientes: primero, honestidad. Segundo, conocimiento amplio de la agencia concernida. Tercero, destrezas administrativas. Con eso me refiero a que la persona haya supervisado a un número significativo de personas y administrado una cantidad significativa de fondos en su trayectoria. Finalmente, destrezas en comunicaciones, porque la función pública es pública de naturaleza, y si el jefe o jefa de una agencia no tiene la destreza de comunicar bien lo que hace, no va a dar resultado”, explicó.

El líder estadista expresó que también quiere deshacerse de la inacción en la esfera gubernamental. “Algo que me enerva es la falta de ejecución en el gobierno. Aquí hay fondos de sobra”, enfatizó Pierluisi. “Hay fondos en el fisco para hacer obra importante en todas las áreas del gobierno”.

“Ahora mismo fácilmente hay $20,000 millones de fondos federales en cuentas de banco del gobierno. Ahí no es donde tienen que estar”, subrayó el líder novoprogresista. “Tienen que estar en las comunidades, en los bolsillos de la gente, beneficiando al pueblo. Si hay algo que me mueve es lograr que el gobierno ejecute, que haga obra, que no se quede en hacer anuncios y conferencias de prensa”, destacó.

Uno de los primeros objetivos de Pierluisi, de llegar a la gobernación, es luchar por la estadidad de manera más agresiva ante el gobierno federal, haciendo referencia al referéndum de “Estadidad Sí o No” propuesto para el día de las elecciones generales, el próximo 3 de noviembre.

“Tan pronto el pueblo le diga sí a la estadidad, voy a presentar el resultado de ese plebiscito junto a (la comisionada residente) Jenniffer González ante el Congreso, y el primer proyecto de ley que voy a someter en la Legislatura va a ser la convocatoria de una elección especial para elegir a cuatro delegados a la Cámara federal y dos delegados al Senado de los Estados Unidos para cabildear a tiempo completo por la estadidad”, expuso.

Preguntado sobre el asunto más apremiante que la isla enfrenta a largo plazo, Pierluisi no titubeó en destacar la falta de crecimiento económico. “La estrategia económica tiene que ser multisectorial. Hay que promover e incentivar efectivamente los sectores con mayor potencial de crecimiento como la manufactura, el turismo, la agricultura, la exportación de servicios y las industrias emergentes, particularmente en el área de tecnología”, afirmó.

En el área de permisos, en la que la isla sufre un gran rezago a nivel mundial, Pierluisi propone la creación de una identificación digital única, llamada IDEA, para cada individuo y corporación o entidad. “Tendremos una sola base de datos donde se va a guardar toda la información pertinente de ese individuo o entidad desde el punto de vista del gobierno, incluyendo su responsabilidad contributiva”, explicó.

“Eso es importante para que cuando se soliciten los permisos, el solicitante provea su número de identidad y certifique su cumplimiento, y el permiso sea otorgado inmediatamente, en 24 horas”, añadió. “Cuando se inspecciona y se detecta cualquier irregularidad, se le da a la entidad o persona un tiempo razonable para corregir la deficiencia”, apuntó.

Sobre su relación con la Junta de Supervisión Fiscal a través del bufete legal O’Neill & Borges, una de las firmas asesoras de la Junta, el líder del PNP indicó: “Si hay algo que quiero hacer con la Junta es evitar pleitos innecesarios que le han costado al erario una cantidad enorme de dinero. Lo que quiero es, al revés, que la Junta acabe de cumplir su misión bajo (la ley federal) Promesa y se vaya. Esos pleitos muchas veces lo que hacen es extender la estadía de la Junta en Puerto Rico, y eso no lo queremos como pueblo”.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

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