Kissimmee, Florida – El congresista Darren Soto ganó anoche la carrera que lo corona como el candidato oficial del Partido Demócrata a la silla del Distrito 9, y junto a él otros boricuas revalidaron y se acomodaron en posiciones electivas en Florida, el lugar fuera de Puerto Rico donde viven más puertorriqueños.
“Para los electores puertorriqueños esta victoria representa que nuestra comunidad está en la mesa de discusión, unida como una sola voz para ayudar a nuestra gente. Nuestra campaña fue una para inspirar no de ataques negativos y ahora vamos a hablar de los asuntos importantes que es tener mejores salarios, viviendas asequibles y mejor acceso a servicios de salud”, dijo Soto en un breve aparte con la prensa luego de ofrecer un avivado mensaje que culminó cuando gritó “!Wepa!”.
Este distrito se caracteriza por concentrar la mayor población hispana y puertorriqueña de Florida ya que agrupa bajo sus linderos áreas de las ciudades de Kissimmee y Orlando, que son epicentros de la población boricua en la Florida central.
Soto logró el 66.25% de los votos superando a su contrincante Alan Grayson quien obtuvo el 33.7% de los sufragios, según datos oficiales del Supervisor de las Elecciones en Florida.
Junto al congresista, otros boricuas aseguraron posiciones, como fue el caso de la maestra puertorriqueña Johanna López y quien obtuvo una silla como miembro de la Junta Escolar del Distrito dos del Condado de Orange. La también boricua, Viviana Janer, revalidó como comisionada del Distrito dos, pero en el Condado de Osceola.
En estas primarias, el gobernador Rick Scott ganó la candidatura republicana al Senado al vencer a Roque De la Torre. Scott acumuló el 88.67% de los votos. Scott enfrentará en las elecciones de noviembre al congresista demócrata Bill Nelson, en lo que se ha pronosticado como la contienda más reñida en toda la papeleta nacional.
En cuando a la candidatura a la gobernación por el Partido Republicano, Ron DeSantis se impuso como el candidato oficial. En el lado demócrata, dio la sorpresa el candidato negro Andrew Gillum quien venció por una estrecha ventaja a la única mujer en esta carrera, Gwen Graham. Gillum obtuvo el 33.7% de los votos y Graham el 31.61%.
Para la alcaldía del Condado de Orange, también se impuso el demócrata y alguacil de ese condado, Jerry Demings, de raza negra.
Primarias históricas
Estas primarias pasarán a la historia como una de las más concurridas en mucho tiempo.
El Condado de Orange es el barómetro que se mira para conocer el comportamiento de estos comicios por ser un lugar de gran diversidad cultural y por ser uno de los más grandes del estado. Allí, a dos horas del cierre de las unidades electorales ya se había consignado una participación electoral de un 22.06%, lo cual es un récord de participación electoral, según dijo Bill Crowles, jefe de la Oficina del Supervisor de Elecciones del Condado de Orange.
A eso de las 5:00 p.m., más de 170,000 personas habían votado, informó Crowles. Según estadísticas electorales, en las pasadas dos primarias, menos del 20% de los electores de este condado participó. Pero ayer, ni la fuerte tormenta que descargó rayos, truenos y lluvias torrenciales impidió que los electorales convirtieran esta elección en una de las que más participación electoral ha reportado.
Durante el día, el proceso de votación discurrió con mucha calma, tanto que no parecía que estaba ocurriendo un evento electoral.
Aquí, los comicios no son un día feriado, como en Puerto, ni se observan banderas ni gente en las calles avivando a correligionarios ni abucheando a la competencia.
“Es así en todo Estados Unidos”, dijo Luis Figueroa, presidente de PODER la plataforma que estableció en Florida el gobernador de Puerto Rico Ricardo Rosselló como una herramienta para incentivar a los puertorriqueños a inscribirse y votar.
En una unidad electoral en el suroeste de Orlando, a eso de las nueve de la mañana se observó la presencia de sólo tres electores. En otra unidad, en el centro de votación que ubica en Vista del Lago Boulevard, cerca de la concurrida carretera 192-, había cinco electores todos personas de la “edad de oro”.
Figueroa contó que esta mañana ejerció su voto en una unidad electoral en el área de Lake Buena Vista -una zona donde viven muchos hispanos- y encontró había pocos electores, menos de 10, y todos eran personas mayores.
El proceso de votar toma varios minutos. Una vez el elector marca sus candidatos, lleva la papeleta a una máquina electrónica que lee el documento y al final, en lugar de entintar el dedo del elector, le entregan un sello o pegatina que lee “I voted” (Yo voté).
Pero Jimmy Torres-Vélez, portavoz de la entidad Boricua Vota dijo que encontró mucho movimiento de electores en distintas áreas de Orlando y Kissimmee.
“Las elecciones aquí son algo bien diferente para nuestra gente. En Puerto Rico las primarias son en día domingo y a la gente se le facilita participar. Pero aquí nada hace sentido pues así lo quieren los sectores que buscan que gane la misma gente de siempre. Por eso es que pusimos la ‘tumba coco’, salimos con música a la calle para pelear por el último voto”, dijo temprano ayer.
Torres Vélez comentó que en Estados Unidos hay una gran desconexión entre los partidos y sus candidatos. Explicó que, al haber tantos aspirantes, los partidos como institución se alejan del proceso y dejan a los candidatos solos corriendo sus campañas.
“Los partidos dejan las manos afuera y lo que hay es un merecumbé que nadie sale lo que está pasando. Y como los candidatos están por su cuenta, el proceso es muy costoso pues a cada persona que está en la calle hay que pagarle. Pocas organizaciones son como la nuestra que tiene una base de voluntarios pues tenemos la experiencia de Puerto Rico”, comentó.
Datos de la Oficina del Supervisor de Elecciones en Florida indican que al 31 de julio 4,594,373 electores se habían registrado como republicanos; 4,840,119 como demócratas; 3,494,676 como votantes no afiliados y 86,739 se habían enlistado bajo otros partidos minoritarios.
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