La novela Lluvia Fina comienza no con el estruendo de un platillo, sino con la suavidad del sonido del piano, de acuerdo con Carmen Dolores Hernández
La novela Lluvia Fina comienza no con el estruendo de un platillo, sino con la suavidad del sonido del piano, de acuerdo con Carmen Dolores Hernández
Hay novelas que empiezan con un choque de platillos: su impacto es fuerte e inmediato. Esta comienza con un leve ‘pianissimo’, una melodía tenue que busca, incierta aún, su camino. Se afirma luego, llenándose de voces e incorporando sus resonancias. Es al final -y solo entonces- que sobreviene una extraordinaria apoteosis, el acorde estremecedor que nos deja atónitos, maravillados tras el concierto creciente de melodías trenzadas, de ecos, de agudos, de énfasis ensordecedores.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: