Ya van más de dos décadas desde que a Marta F. le diagnosticaron artritis reumatoide, una enfermedad inflamatoria que, lenta y progresivamente, ha causado distintos grados de deformidad en sus articulaciones, dolores crónicos e incapacidad. Pero más allá del tratamiento que recibe para controlar su dolencia, la mujer (quien pidió utilizar un seudónimo) acepta que en todos estos años ningún reumatólogo le ha hablado del impacto que podía tener en su vida sexual y su autoestima.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Efecto de las enfermedades reumáticas en las relaciones sexuales
Pacientes y profesionales de la salud reconocen que este aspecto no se discute mucho
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 8 años.