El Payaso Sorbetín amenizó hace unos días una actividad privada, y poco después del evento, sorpresivamente se vio obligado a rendir cuentas por su trabajo ante dos policías estatales.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Payasos ya no son motivo de agrado
Se ven amenazados por el temor que despiertan desde que impostores protagonizan incidentes violentos
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 8 años.