OPINIÓN
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A 80 años de Kristalnacht

Ochenta años más tarde, parece que poco ha cambiado. En Pittsburgh, el pasado 27 de octubre, en una sinagoga asesinaron a 11 feligreses judíos durante servicios religiosos de Shabbat, solo por el mero hecho de que eran judíos. En Europa, así como en Estados Unidos, grupos neonazis aumentan en números y en poder. Sin embargo, esta vez parece que el mundo se está dando cuenta que si los judíos (o cualquier otro grupo étnico) no están a salvo de estos monstruos, nadie lo está. Es distinto a lo ocurrido hace 80 años, cuando alguien pudo tener empatía, pero sentía temor de demostrarlo. Ahora hemos recibido numerosos mensajes de pésame en el Consulado de Israel en la isla. Esas expresiones de los ciudadanos en Puerto Rico son profundamente agradecidas.

17 de noviembre de 2018 - 12:00 AM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.

Hace unos días se conmemoró el octogésimo aniversario de Kristalnacht, la noche de los vidrios rotos, en la que ciudadanos antisemitas en Alemania y Austria destruyeron 267 sinagogas lanzando piedras y quemándolas. Esa noche, asesinaron a sobre 90 judíos y arrestaron a otros 30,000. Los ciudadanos de esos países que no participaron en los ataques preguntaban por qué había que destruir las sinagogas. Parece que querían utilizarlas para darle usos no judíos. Esa fue la antesala del Holocausto, cuando se produjo el genocidio de seis millones de judíos en la próxima media década.

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