Antonio Quiñones Calderón denuncia a los Rasputines que sangran las arcas públicas ante la ceguera del gobernante
Antonio Quiñones Calderón denuncia a los Rasputines que sangran las arcas públicas ante la ceguera del gobernante
Lo hay en todos los centros de poder político. Su presencia (y prepotencia) responde al “sacrificio” durante la campaña del líder. Suele colarse subrepticiamente. Sonríe a todos. Con todos queda bien (o cree quedar). Los principios (vocablo inexistente en su diccionario) son vencidos por la conveniencia personal, la ambición desmedida y el apetito voraz por el dinero. Conquistado el poder, se aparece por las agencias colocando empleados y asesores que respondan a sus turbios intereses. Los desafectos a su agenda, “pa’ fuera es que van”, proclama. Tiene como credencial la fuente primaria a base de la cual conseguirá la venia del jefe de agencia: su presencia activa en la campaña, la foto esta con el líder abrazándolo.
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