Rick Carlisle, quien además de presidir la Asociación de Coaches de la NBA es muy respetado por sus tácticas innovadoras durante la marcha de los partidos, encantándole el uso de tres defensas a la vez, tiene un quebradero de cabeza que no se cura con analgésicos: la presión de su afición para que Dallas alcance los playoffs que no ha conseguido en las últimas tres temporadas.