Eduardo Villanueva expone que el diversionismo es un arma política para desviar la atención, en situaciones críticas en las que el gobernante ve erosionada su base de poder
Eduardo Villanueva expone que el diversionismo es un arma política para desviar la atención, en situaciones críticas en las que el gobernante ve erosionada su base de poder
El gobernador de Puerto Rico se está convirtiendo en un gran diversionista político. Tiene una alta tasa de criminalidad en el país a pesar de que pagamos un cuarto de millón de dólares a un zar de la seguridad que más bien es un azar. Altas tasa de desempleo que obligan a muchos bien preparados a migrar del país. Más de un cuarto de la población vive sin facilidades de energía eléctrica. Tenemos una Autoridad de Energía Eléctrica que cobra tarifas abusivas e infundadas a los consumidores y un secretario de Asuntos del Consumidor ineficaz, que no los defiende ni se mueve a investigar el abuso de poder de dicha corporación. Hay personas sin techo desde septiembre y FEMA ofrece para reparar sus casas, sesenta o setenta por ciento de lo que realmente se requiere en costos de materiales y mano de obra. Nadie los defiende de forma articulada y eficaz.
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