No son poca cosa y no deberían desdeñarse solo porque tanta gente parece no entenderlos o importarles; o porque quienes sí los entienden los ignoran adrede o tergiversan a conveniencia. Las terribles atrocidades de dos guerras mundiales —y la conciencia de que a la tercera va la vencida— dieron paso al proyecto político de los derechos humanos; una ingeniosa creación que trasciende fronteras nacionales; tradiciones culturales; creencias religiosas; diferencias raciales y demás artificios ideológicos degradantes del género humano.
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(Im)paciente
Gazir Sued argumenta sobre la falta de atención médica privada para la población más pobre de Puerto Rico