La lección más importante que aprendí de mi padre fue a valerme por mi propio esfuerzo y a no esperar nada de nadie para tener lo necesario para vivir o para cumplir con mis deberes y mis responsabilidades. Mi padre trabajó por 54 años como camionero, seis días a la semana, sin vacaciones, primero como empleado y luego como su propio jefe, hasta ya entrado en los 70 y tantos años.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Nuestro merecido
Los desastres naturales abruman a los pueblos. No hay uno que pueda afrontar solo una catástrofe así.