Ayer abrí los ojos y no reconocía en qué parte del mundo despertaba. Entonces miré a mi lado y encendí la tele. No podía creer lo que veían mis ojos y el cerebro no procesaba las imágenes de asesinato, del maltrato y de la corrupción que se transmitían en las noticias matutinas. Al ver esto, decidí apagarla y prepararme para trabajar.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Puerto Rico, ¿dónde estás?
Puerto Rico siempre está y estará dentro de cada uno de nosotros. Es imposible perderlo.