Comparo la evolución social con un espacio cerrado lleno de puertas misteriosas que la humanidad va abriendo, poco a poco, esperanzada de hallar nuevos horizontes para una mejor vida. Una vez cruzados los buenos umbrales, la sabiduría adquirida en el camino nos dicta que hay puertas que debemos cerrar para siempre dejando en el pasado lo nefasto y salvaje de otros tiempos. Algunas, como la esclavitud, no deben ser abiertas nunca jamás.
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