DON no solo es una medicina sumamente prometedora, sino que podría transformar el futuro de la inmunoterapia, haciéndola mucho más efectiva, y a la misma vez comportándose como una quimioterapia muy valiosa, escribe Fernando Cabanillas
DON no solo es una medicina sumamente prometedora, sino que podría transformar el futuro de la inmunoterapia, haciéndola mucho más efectiva, y a la misma vez comportándose como una quimioterapia muy valiosa, escribe Fernando Cabanillas
Hace mucho tiempo sabemos que las células cancerosas sienten un apetito voraz, porque tienen un metabolismo más acelerado que las células normales. Como consecuencia, las células malignas necesitan mucha más glucosa (azúcar), que las células normales. De ahí surge la idea errónea de que si dejamos de consumir azúcar, podemos curar el cáncer. Pero no es de eso que trata esta columna. Es de un tema con giros mucho más intrigantes.
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