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Un fantasma en la ópera

Carmen Dolores Hernández comparte su vivencia de una mágica presentación centrada en el holograma de María Callas que, más allá de reproducir como realmente presente su imagen y su voz, proyecto los gestos y reacciones personales que definieron a la inolvidable cantante

29 de noviembre de 2018 - 1:00 AM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.

Un murmullo colectivo recorrió la sala Antonio Paoli cuando salió la diva. Alta, delgada, de caminar majestuoso, arrastraba con elegancia la cola de su hermoso vestido blanco. María Callas nos hechizó con su presencia a más de 40 años de su muerte. El público prorrumpió en aplausos estruendosos.

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