De acuerdo con Sergio Ramírez, Nicaragua es un país vital y abierto por naturaleza, que resistirá el aislamiento y la parálisis, y que no dejará nunca de demandar libertad y democracia, como lo ha hecho a lo largo de su historia
De acuerdo con Sergio Ramírez, Nicaragua es un país vital y abierto por naturaleza, que resistirá el aislamiento y la parálisis, y que no dejará nunca de demandar libertad y democracia, como lo ha hecho a lo largo de su historia
Después de más de un año de la rebelión cívica en Nicaragua, y de la despiadada ola represiva que dejó centenares de muertos, heridos, encarcelados y exiliados, el régimen se encierra en sí mismo para negar toda posibilidad democrática. Su aspiración parece ser la de prolongarse en una “normalidad” forzada, que haga a la comunidad internacional acostumbrarse a convivir con una dictadura más en América Latina, de las muchas a lo largo de la historia, y que la vigilancia de los organismos de derechos humanos se aplaque.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: