Puerto Rico debe responder con solidaridad para ayudar a una creciente población de personas sin hogar que sobreviven en zonas urbanas y rurales bajo condiciones de precariedad extrema, pero parecen ignoradas por las autoridades y por otros componentes de la sociedad que podrían aportar para mejorar sus condiciones de vida.
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Respeto y trato compasivo a las personas sin hogar
Nota de archivo
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