De frente a las prioridades económicas y sociales de Puerto Rico, es una insensibilidad hacia el ciudadano y un traspaso del límite de la prudencia en el uso de fondos públicos, destinar dinero de los contribuyentes para gestiones proselitistas y de cabildeo que se adentran en terreno de los partidos políticos.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
La gestión pública debe separarse de la política
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 7 años.