La libertad de expresión, que incluye la legítima facultad de manifestarse, es un derecho protegido por nuestra Constitución, así como por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, lo que nos obliga a todos los ciudadanos, independientemente de las diferencias en creencias, a respetar las expresiones ajenas.
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La violencia debilita el reclamo por los derechos
Nota de archivo
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