El racionamiento de agua potable que el gobierno de Puerto Rico pondría en vigor en el noroeste debe asumirse como una oportunidad para agilizar mejoras abarcadoras en la infraestructura de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, con el objetivo de crear un sistema de almacenaje, tratamiento y suministro eficiente en toda la isla.
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Un sistema de agua para respaldar el desarrollo
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