La catarsis de la distancia, del dolor, de la soledad, del miedo explotó en cuestión de segundos. Surgía la posibilidad de que inmunizaran a mis viejos, escribe María Vera
La catarsis de la distancia, del dolor, de la soledad, del miedo explotó en cuestión de segundos. Surgía la posibilidad de que inmunizaran a mis viejos, escribe María Vera
La pandemia a raíz del COVID-19 ha sido trágica en demasiados sentidos. En lo personal, lo más difícil fue la distancia que supuso entre mí y mis viejos. Es que tengo vivo el recuerdo de esas primeras semanas sin verlos a raíz del toque de queda y luego, cuando liberaron un poco las restricciones de movilidad, visitarlos sin poder acercarme. Confieso que pequé de ingenua pensando que sería por unas semanas. Con eso me consolaba. Sin duda, la ignorancia es atrevida.
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