No lo decimos a los cuatro vientos, pero acá entre nos hay quienes nos hemos sentido secuestrados por las malas decisiones que la Autoridad de Energía Eléctrica ha tomado por décadas. Por esas malas decisiones hemos sufrido altos costos de energía eléctrica, dilaciones en la implementación de alternativas al petróleo, apagones selectivos, daños en nuestros aparatos electrónicos porque “se nos va la luz” a cada rato, periodos excesivamente largos para que “vuelva la luz” cuando nos azotan los huracanes. La Autoridad optó por entregarse a sus acreedores a lo largo de décadas de prácticas indeseables y gastos descontrolados. Se hizo rehén de sus bonistas y Puerto Rico se hizo rehén de la Autoridad.
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Acá entre nos
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