No hace sentido el alboroto emocional que producen los arrestos por corrupción a figuras políticas del país. Es una tragicomedia repetitiva en un escenario cedido a los actores federales por los nuestros, de acuerdo con Eudaldo Báez Galib
No hace sentido el alboroto emocional que producen los arrestos por corrupción a figuras políticas del país. Es una tragicomedia repetitiva en un escenario cedido a los actores federales por los nuestros, de acuerdo con Eudaldo Báez Galib
No hace sentido el alboroto emocional que producen los arrestos por corrupción a figuras políticas del país. Es una tragicomedia repetitiva en un escenario cedido a los actores federales por los nuestros. La corrupción no es un “campo ocupado” por ley federal, sino campo abandonado por nuestros funcionarios que administran las leyes locales que aplican con igual calidad.
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