El voto ambientalista emplaza a los políticos a adoptar propuestas concretas, sostenibles y con base científica, escribe Brenda Torres Barreto
El voto ambientalista emplaza a los políticos a adoptar propuestas concretas, sostenibles y con base científica, escribe Brenda Torres Barreto
El voto ambientalista es el ejercicio de democracia del ciudadano consciente de su huella ecológica. Del ciudadano que se cuestiona, entre muchas interrogantes, qué hacer con el aceite usado de cocinar, por qué no estamos reciclando, qué hace al vecino arrojar basura al río. De aquel ciudadano a quien el plástico le genera más cuestionamientos que comodidades, preocupado por las descargas de aguas contaminadas en playas, y que no duerme al pensar en quienes aún carecen de techo en su casa. En fin, de quienes, cansados de palabras bonitas, esperan acción.
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