El futuro económico de la isla
No hay que ser astrólogo ni profeta para saber que el futuro económico de Puerto Rico es, en el mejor de los casos, incierto. La economía puertorriqueña había colapsado mucho antes de que el huracán María arrasara el país, causando daños estimados en $90 mil millones de dólares. La reforma fiscal federal no destruirá la economía de Puerto Rico, sino que es la bola de demolición que terminará la destrucción causada por la mala gobernanza del país.
No hay que ser futurólogo para saber que la economía de Puerto Rico continuará contrayéndose en los próximos diez años. Tampoco que dicha contracción seguirá causando el éxodo de decenas de miles de personas sin empleo. La pregunta es, qué se puede hacer para contener y revertir estas tendencias.
Debemos empezar por entender que no podemos avanzar mirando hacia glorias pasadas. Ni “el progreso” ni la “expansión económica” son leyes naturales. En el siglo veintiuno el crecimiento económico es el resultado de la agencia humana guiada por la planificación estratégica y plasmada por la ejecución de un plan. De ahí la trillada consigna “la hoja de ruta”
En el contexto de la economía neoliberal la competencia global por la inversión requiere identificar ventajas comparativas y crear ventajas competitivas para atraer capital. Es necesario crear condiciones e incentivos para atraer nuevas empresas. Los inversionistas buscan el máximo posible de ganancias para su inversión. El interés y el afán de lucro son los motores de la economía neoliberal.
Entonces, qué hacer. Si vamos a insertarnos en la economía global neoliberal debemos identificar las ventajas comparativas y competitivas del país. Hasta la gran depresión de los 2000 estas ventajas eran: (1) acceso privilegiado al mercado norteamericano; (2) un régimen tributario de excepción; (3) recursos humanos entrenados en un sistema educativo bilingüe con acceso a alta tecnología; y (4) subsidios federales. Estas ventajas favorecieron un crecimiento “artificial” del sector manufacturero que declina desde el año 2001 y ahora se estrella con la reforma tributaria federal.
En su lugar lo que ha sostenido la economía es: (1) un repunte del turismo y la agricultura; (2) los servicios personales y profesionales, y el comercio; (3) nuevas empresas como la producción de cannabis y aplicaciones para programas de Internet; y (4) el sector informal, incluyendo la venta y tráfico de drogas.
Uno de los imperativos para la recuperación es reestructurar y reacomodar los tres grandes sectores socioeconómicos que mueven el país: el sector público; el sector empresarial privado y el sector social, que también es privado. Ninguno de estos sectores es homogéneo y dentro de ellos hay diferencias importantes.
Es necesario que el gobierno se reestructure y deje de apropiarse de la riqueza de los sectores productivos mediante impuestos confiscatorios y grandes esquemas de corrupción. Se necesita también que el sector empresarial local corte sudependencia de los contratos y subsidios públicos y que invierta en la creación de riqueza. El sector social (las ONGs) debe también minimizar su dependencia de fondos gubernamentales y dar un salto cualitativo para promover la creación de empresas comunitarias y cooperativas. A nivel global se requiere atraer nuevos segmentos de empresas transnacionales, más allá de las cadenas de megatiendas.
Históricamente las crisis se superan estimulando el crecimiento de sectores que ya funcionan dinámicamente. Sería importante, por ejemplo, promover una mayor complementariedad entre el turismo, la agricultura y la gastronomía local. Se trata de estimular lo que funciona y descartar lo que obstruye. Si no proponemos un plan de recuperación con base en nuestra realidad y demostramos su viabilidad, no esperemos que el Congreso nos ayude. La agencia, no la mendicidad, es la clave para superar el desastre.
Otras columnas de Emilio Pantojas García
jueves, 9 de abril de 2020
Todos podemos ayudar desde el encierro
Si usted va a una iglesia, pregunte quién de la congregación no está recibiendo ingresos, llame a esa persona y hágale llegar lo que iba a dar para la ofrenda, sugiere Emilio Pantojas
viernes, 7 de febrero de 2020
La gran crisis y la estadidad
Al llegar la gran crisis, el gobierno del PNP probó ser el gran enemigo de la estadidad, dice Emilio Pantojas García
martes, 21 de enero de 2020
Y qué si Wanda Vázquez renuncia
Legalmente el Congreso puede intervenir cuando quiera y podemos concluir que, si la gobernadora renuncia, el vacío político que se creará lo llenarán “los americanos”, escribe Emilio Pantojas García
miércoles, 18 de diciembre de 2019
La bancarrota de la partidocracia
El partido que resulte ganador en 2020 gobernará un país dividido con un mandato minoritario y con una crisis político-económica para la cual no se encuentra solución, dice Emilio Pantojas García