No hay que establecer proyectos a gran escala en terrenos agrícolas. Recomendamos a los legisladores que inicien un proceso de discusión inmediata sobre este asunto. No podemos dejar que nos sigan atropellando, plantea Alfredo Vivoni Remus
No hay que establecer proyectos a gran escala en terrenos agrícolas. Recomendamos a los legisladores que inicien un proceso de discusión inmediata sobre este asunto. No podemos dejar que nos sigan atropellando, plantea Alfredo Vivoni Remus
Un directivo de la Asociación de Productores de Energía Renovable describió recientemente unos nuevos requerimientos para sus proyectos como un “atropello”. Estas expresiones se hacen luego de que la Junta de Supervisión Fiscal avalara dos proyectos y rechazara 14 de ellos. Sin embargo, el verdadero atropello es pretender ubicar dichos proyectos industriales de energía renovable en terrenos agrícolas. La energía renovable tiene que ser parte del futuro del país y no a costa de los terrenos agrícolas. De concretarse los planes del Negociado de Energía de Puerto Rico y utilizando su misma base de datos, los 16 proyectos impulsados podrían afectar alrededor de 14,000 cuerdas de terrenos; un sacrificio para el potencial agrícola de la isla y un beneficio para los especuladores que como buitres vuelan sobre las expectativas del “tumbe”.
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