Nuestro sistema de justicia penal no es perfecto, pero que no lo sea no es un defecto, sino una realidad con la que tenemos que vivir, si no queremos mandar para su casa a todo acusado que alegue que es inocente, escribe Hiram Sánchez
Nuestro sistema de justicia penal no es perfecto, pero que no lo sea no es un defecto, sino una realidad con la que tenemos que vivir, si no queremos mandar para su casa a todo acusado que alegue que es inocente, escribe Hiram Sánchez
Dos columnas recientes en este diario critican al sistema de justicia criminal puertorriqueño por permitir que un inocente, José Armando Torres, estuviera preso 28 años. En una se llega a insinuar que ello obedeció a la fabricación de prueba. La jueza Crisanta González fue la jueza de su caso; yo fui el juez del coacusado.
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