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prima:La criminalización de la protesta tras la muerte de George Floyd

Yanira Reyes Gil alude a medidas recién aprobadas en algunos estados de Estados Unidos que intentan coartar la expresión, derecho fundamental del ser humano

20 de abril de 2021 - 11:40 PM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.
Cortez Rice, left, of Minneapolis, sits with others in the middle of Hennepin Avenue on Sunday, March 7, 2021, in Minneapolis, Minn., to mourn the death of George Floyd a day before jury selection is set to begin in the trial of former Minneapolis officer Derek Chauvin, who is charged in Floyd's death. (Jerry Holt/Star Tribune via AP) (Jerry Holt)

La historia da cuenta de cómo los gobiernos responden ante los pueblos que se levantan para protestar y exigir derechos. Contrario a lo que dictaría la lógica democrática, los gobiernos no suelen responder atendiendo los reclamos de las gentes. Por el contrario, responden tratando de silenciar los reclamos con medidas represivas para controlar las protestas. Luego del asesinato de George Floyd se han presentado alrededor de 93 proyectos de ley “antidisturbios” o anti-protestas en 35 estados de los Estados Unidos. Las iniciativas son variadas, pero puedo catalogarlas en 3 tipos: las que presentan una definición ampliada del concepto motín; las que crean delitos o aumentan las penas a conductas asociadas a protestas; y las que despenalizan acciones violentas de personas contra manifestantes.

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