Invito a los padres que no vacunan a sus hijos, pero sí vacunan a sus mascotas, que cuando llegue el momento de la vacuna del COVID-19 para niños, por favor regalen también salud a sus hijos, escribe Ángel O. Navarro Zayas
Invito a los padres que no vacunan a sus hijos, pero sí vacunan a sus mascotas, que cuando llegue el momento de la vacuna del COVID-19 para niños, por favor regalen también salud a sus hijos, escribe Ángel O. Navarro Zayas
La etimología de la palabra vacuna proviene del animal rumiante que todos conocemos: la vaca. Según la Real Academia Española, define y describe la vacuna como “preparado de antígenos que, aplicado a un organismo, provoca en él una respuesta de defensa”. La historia nos narra que el descubrimiento de la vacuna se le atribuye al médico inglés Edward Jenner, quien, en el año 1796, durante un gran brote de viruela, pudo observar que las mujeres que ordeñaban las vacas enfermas de viruela vacuna no contraían la enfermedad. Luego de su observación médica, Jenner raspó una llaga de viruela vacuna, la cual se encontraba en la mano de una mujer que ordeñaba vacas, y lo aplicó a un niño de ocho años. El niño se sintió mal algunos días, pero se recuperó rápidamente. Posteriormente, Jenner le aplicó al mismo niño material de una llaga de viruela humana, pero el niño no enfermó. Por sus observaciones y otras posteriores, pudo inferir sobre la efectividad de la inmunización en los seres humanos. Históricamente las vacunas han demostrado su eficacia en la erradicación y en la merma de la incidencia de enfermedades en todas partes del mundo. Esto está históricamente comprobado, gracias a los avances científicos.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: